HABLEMOS DE ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO
El cambio climático según UN -Naciones Unidas-, es el cambio al largo plazo de las temperaturas y de los patrones climáticos. Pero en este concepto el largo plazo es ahora, ya que no es una amenaza lejana, es una realidad que hay que vivir, y que impacta a diversos sectores de la economía.
Desde un perfil empresarial, el cambio climático afecta la materia prima, la producción, la operación diaria, implica riesgos financieros y reputacionales que pueden comprometer la sostenibilidad en el largo plazo. Por esta razón, la adaptación al cambio climático se ha convertido en una necesidad estratégica para las empresas en el país.
Más allá de la mitigación, las organizaciones deben adoptar medidas proactivas que les permitan enfrentar los impactos inevitables del cambio climático y aprovechar las oportunidades que surgen en este nuevo escenario.
Mitigación vs Adaptación
Cuando se habla de mitigación es necesario hablar de GEI, Gases de Efecto invernadero, de las acciones necesarias para disminuirlo o en su defecto la captura y almacenamiento de carbono.
El objetivo de mitigar es frenar el calentamiento global.
Pero el objetivo de la adaptación es ajustar los sistemas humanos a los efectos ya establecidos del cambio climático con el propósito de disminuir el daño o de soportarlo.
ELEMENTOS CLAVES PARA LA ADAPTACIÓN
La resiliencia hace parte de la naturaleza, y la sostenibilidad depende de modificar los patrones con los que se aprovechan los recursos naturales.
Hay elementos claves necesarios para revisar desde el ámbito empresarial y aquí exponemos los siguientes:
1. Evaluación de riesgos climáticos
De la materia prima necesaria para producir, ¿cuál se ve afectada?, la cadena de suministro puede verse afectada?
Para esto es necesario identificar un mapa de riesgos en el que se consideren fenómenos como: inundaciones, sequías, aumento del nivel del mar, olas de calor, pandemias.
2. Infraestructura resiliente
¿La infraestructura puede resistir eventos climáticos extremos?, edificios sismorresistentes, edificios resistentes a huracanes, sistemas de drenaje eficientes, buenas redes eléctricas, energía eléctrica alterna.
Implementar programas de mantenimiento regular y actualización de infraestructura para asegurar la durabilidad frente a condiciones climáticas cambiantes, es una estrategia para implementar y hacer frente a la adaptación.
3. Gestión sostenible de recursos
Mejorar el uso del agua, implementar la economía circular, adoptar tecnologías nuevas para el buen manejo de la energía, son algunos de los elementos que se pueden tener en cuenta para la sostenibilidad de los recursos.
4. Colaboración y alianzas
Unirse a iniciativas promovidas por las cámaras de comercio, redes empresariales, en general a gobiernos locales que promuevan la adaptación al cambio climático facilita el intercambio de ideas y apoyo.
5. Diversificación de la cadena de suministro
Evaluar a los proveedores desde la capacidad que ellos tienen para adaptarse al cambio climático es necesario, ya que, la dependencia a una única fuente o región vulnerable aumenta el riesgo para cada empresa. Considerar la producción local, minimizar los riesgos en la logística son puntos para evaluar en la cadena de suministro.
6. Educación y capacitación
Las decisiones que las empresas toman las hacen los colaboradores que hacen parte de ella, por esta razón la educación aparece como agente de cambio, es la educación la que puede llevar no solo a la mitigación sino a la adaptación. Se propone realizar capacitaciones a los empleados sobre los riesgos climáticos que puedan aparecer para la empresa y también en su contexto personal.
7. Adaptación comunitaria
Involucrarse en iniciativas que sean lideradas por la comunidad a la que hace parte la empresa es esencial en la responsabilidad que se tiene, alineando los objetivos con la sostenibilidad local, social y ambiental.
En conclusión, la adaptación al cambio climático es una respuesta a los desafíos que ya se presentan y también es una oportunidad para que las empresas fortalezcan su resiliencia y competitividad en un entorno global más incierto.
La mitigación es crucial, y los esfuerzos globales no pueden esperar, pero la adaptación permite que cada empresa de forma autónoma tome decisiones y se anticipe a los cambios inevitables.
Integrar una planeación pro-activa, una gestión eficiente de recursos y una innovación en los procesos las empresas puede alargar el ciclo de vida y liderar el camino hacia un futuro más sostenible.
